Tranquilos, no se asusten por el título de esta columna. No vengo a derribar temas tabues para nadie, y al que le quepa el poncho que se lo ponga, como dice el dicho, ya que sólo vengo a desempolvar unos viejos conocidos. Los celulares.
Recordarán ustedes, el queridísimo ladrillo.Ese celular que nos permitió "vivir primeros el futuro". Ese que nos acercó en los momentos de soledad, o nos auxilió en momentos de necesitar ayuda de aquella persona. Perdón. ¿Nos acercó? que extraño, esa no es precisamente la función de un celular,debo estar equivocado. Recuerdo también que se podía mandar mensajes y jugar a la serpiente. A ver, definitivamente estoy loco, si lo que se juega es Angry Birds.
Portabilidad, un equipo liviano, resistente y sencillo. Esas son características que en algún momento soñamos en lo que llamamos celular. Cada vez más pequeños.
Conchitas, de 9 teclas y nada más, con "Slider" o algo así, con antenas para mejorar la señal, baterías que duraban días enteros y algo más. ¿Llegaremos algún día a eso? Me confundo un poco ¿Llegamos o no?
Resumiendo, hoy día mi celular dura 8 horas prendido, veo videos, escucho música y muy buena, "Facebook Mobile", ubícate, tecnología "touch", cá
mara integrada de 5 Mega Pixéles, juegos a colores en 3D, y no digamos que es liviano ni menos pequeño, de hecho es pesado y grande jajaja ... Se me olvidaba! Se puede hablar con la gente y enviar mensajes.
Entonces, ¿Hemos avanzado hacia nuestra meta o sólo volvemos al inicio, a un nuevo comienzo?
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